Joseph Conrad escribía en 1899 "La sociedad es esencialmente criminal; si no fuera así, no existiría". Más tarde, Ludwig Wittgenstein, que fuera “profesor en Cambridge y aficionado a la novela criminal, opinaba que hay más sabiduría en la serie negra” que en las revistas de pensamiento filosófico. Dos miradas conceptuales críticas que permiten una observación sobre la política y la pasividad con que la sociedad se suma aún a los proyectos más insensatos. Siempre con "ilusión y esperanza".
Exigir luego
Tomamos un artículo aparecido en el diario El País (1) firmado por Justo Navarro, a propósito de la celebración del BCNegra'09, encuentro barcelonés de la novela policíaca, cargado de interesantes definiciones literarias. Y lo hacemos a fin de continuar sumando al pensamiento crítico en todas sus manifestaciones -académicas o no-, multiplicando el aporte de quienes han comprendido ayer o entienden hoy que si “la sociedad es criminal” y no la cuestionamos, no podemos exigir algún cambio político al establishment local y mundial.
Lo total
Dice Navarro, en el análisis que hace de varias obras de diferentes autores que “La virtud política esencial es saber distinguir al enemigo, separar tajantemente entre buenos y malos, y los asesinos en serie, como los terroristas, son ejemplos inapelables del mal absoluto. El Enemigo, en sentido diabólico, no merece ni derecho ni piedad, y el Estado Total no es fragmentario: funde el poder ejecutivo con el poder judicial.”
¿Podríamos pensar en locales y foráneos? Sí, por más que a la “clase media argentina” le guste “admirar” la supuesta “independencia” de la justicia estadounidense.
Emocionante
Secuestros extorsivos “extraños”, policía involucrada que está demasiado cerca de los funcionarios políticos, narcos supuestos que van y vienen de México, bolsones con miles de dólares que aparecen y desaparecen, negocios, negocios…
Sigue Navarro: “El crimen opera como un elemento de la economía política, y los gobiernos son a la vez el consejo de administración del capital y del hampa”… Franck Thilliez, autor norteamericano contemporáneo, pareciera que ha escuchado a “Hannibal Lester: la exposición continua a la banalidad y la violencia insensibiliza a la gente, pero la sangre cruel es siempre emocionante”…
Y finaliza lapidario: “Es el sentimentalismo de la venganza como única justicia verdadera", dicen Navarro
¿No es así la posición del ciudadano común?
Poco
Casi nada que agregar: demasiado parecido a nuestra realidad, demasiada “banalidad del mal”, como dijera Hanna Arendt.
FF
Exigir luego
Tomamos un artículo aparecido en el diario El País (1) firmado por Justo Navarro, a propósito de la celebración del BCNegra'09, encuentro barcelonés de la novela policíaca, cargado de interesantes definiciones literarias. Y lo hacemos a fin de continuar sumando al pensamiento crítico en todas sus manifestaciones -académicas o no-, multiplicando el aporte de quienes han comprendido ayer o entienden hoy que si “la sociedad es criminal” y no la cuestionamos, no podemos exigir algún cambio político al establishment local y mundial.
Lo total
Dice Navarro, en el análisis que hace de varias obras de diferentes autores que “La virtud política esencial es saber distinguir al enemigo, separar tajantemente entre buenos y malos, y los asesinos en serie, como los terroristas, son ejemplos inapelables del mal absoluto. El Enemigo, en sentido diabólico, no merece ni derecho ni piedad, y el Estado Total no es fragmentario: funde el poder ejecutivo con el poder judicial.”
¿Podríamos pensar en locales y foráneos? Sí, por más que a la “clase media argentina” le guste “admirar” la supuesta “independencia” de la justicia estadounidense.
Emocionante
Secuestros extorsivos “extraños”, policía involucrada que está demasiado cerca de los funcionarios políticos, narcos supuestos que van y vienen de México, bolsones con miles de dólares que aparecen y desaparecen, negocios, negocios…
Sigue Navarro: “El crimen opera como un elemento de la economía política, y los gobiernos son a la vez el consejo de administración del capital y del hampa”… Franck Thilliez, autor norteamericano contemporáneo, pareciera que ha escuchado a “Hannibal Lester: la exposición continua a la banalidad y la violencia insensibiliza a la gente, pero la sangre cruel es siempre emocionante”…
Y finaliza lapidario: “Es el sentimentalismo de la venganza como única justicia verdadera", dicen Navarro
¿No es así la posición del ciudadano común?
Poco
Casi nada que agregar: demasiado parecido a nuestra realidad, demasiada “banalidad del mal”, como dijera Hanna Arendt.
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