domingo, 24 de mayo de 2009

!La "puta", con el socialismo!



Se podrá hablar de falibilidad en las cuestiones humanas. Sin embargo, cuando un sujeto o grupo de estos se adjudica un estado superior en sus cualidades, obtura la posibilidad de falla. Y más si es respecto de cuestiones que hacen a las personas y estas son mujeres.

Es muy clara la posición del autor, por lo que nos abstenemos de mayores comentarios. Y rescatamos los párrafos más significativos, acompañados del link que lleva a la nota completa fuera de nuestro blog.
FF

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"La Prostitución y el Socialismo: por un debate sincero y abierto
Jon Juanma Illescas Martínez *

“¿Los derechos de las prostitutas?
“Las cosas no tienen derechos”,
dice la moral de los puritanos,
que desprecian lo que usan”.
Eduardo Galeano

En este artículo me centraré en un tema en cual personas que se dicen socialistas o comunistas adquieren, sin despeinarse, la ideología pequeño-burguesa y embrutecen con ello, la ideología, la conciencia e incluso las vidas de la clase obrera. El tema en cuestión es la posible regularización de la prostitución como ya ocurre en los Países Bajos o Alemania.
Resulta muy triste ver a muchos compañeros y compañeras que se dicen de izquierdas, y que en gran parte de sus acciones en verdad lo son, cómo en lo referente a la cultura, la libertad y la moral socialista, dejan mucho que desear. Es lamentable comprobar cómo, sin nada nuevo que aportar, conforman su opinión ética de muchos temas bajo la hipócrita moral pequeño-burguesa de centro-izquierda llamada progresista (siguiendo el paradigma positivista, eurocentrista y principalmente anglosajón) y que nada tiene que ver con la mejor tradición socialista auténtica y por tanto, consecuentemente revolucionaria. Olvidan los intereses emancipadores de la clase trabajadora (obreros, campesinos y el resto de las clases populares) y con ellos, los del género humano. Todo esto, mediante un ejercicio de simple y burda mimesis por la cual adquieren la mentalidad de una hipócrita subclase (en el sentido de que es una clase inestable, sin verdadera ideología ya que la misma viene impuesta desde arriba) como lo es, la llamada por los acólitos liberales, “clase media”. Esto se ve en su modo de vida, confuso e incoherente: consumo de estupefacientes, proyectos e ilusiones de vida trazados por el imperio lúdico norteamericano (vertiente demócrata claro), soledad producto del individualismo, fetichismo animal, miedo endémico al desconocido, etc.
La prostitución (del latín prostitutio: exponer para la venta) es, como bien es sabido, un viejo oficio de las mujeres y también de los hombres, en el cual una persona decide por medio de un salario realizar un trabajo especializado con su propio cuerpo. La pequeña-burguesía, venga de donde venga, incluido el feminismo liberal encubierto bajo siglas comunistas o socialistas, diría que cómo es posible esto. Sin embargo, ellos se empeñan en afirmar incansablemente que la prostitución no es sino violencia de género, la venta del propio cuerpo, y bla, bla, bla...
Respecto a la violencia de género, decir que es simplemente una falacia. Primero, porque cada vez hay un mayor número de hombres que se dedican a la prostitución, en especial en el Caribe y en las zonas litorales del Mediterráneo. Segundo, porque ¿qué ocurre cuando es una mujer lesbiana la que contrata el servicio de otra mujer?, ¿o cuando un hombre gay contrata el servicio de un compañero? Y por último, como tercero y más importante, porque “no es violencia” de ningún tipo. Para que sea violencia implicaría que se hiciera contra la voluntad de la otra persona o que se produjera daño físico. Una relación con un prostituto o una prostituta no tiene porqué implicar violencia del mismo modo que no tiene porqué implicarla una relación sentimental estable. Por ello, aunque haya desalmados y desalmadas que peguen o dañen a su pareja violentamente y que deben ser penalizados y neutralizados por la ley, no se nos ocurriría decir que el matrimonio o vivir en pareja son violencia de género. Respecto a la venta del cuerpo, es asombroso cómo se puede decir una sandez de tal magnitud y quedarse tan tranquilo/a, cosa que hacen muy bien algunos en el “Manifiesto de hombres por la abolición de la prostitución” 1, respaldado lamentablemente por lo que debiera ser la “vanguardia del proletariado” en el Reino del Borbón: el Partido Comunista de España. Ver para creer. Si las prostitutas “venden” su cuerpo, entonces la inmensa mayoría de la clase trabajadora lo hace también; Si éstos pequeño-burgueses entienden por “vender el cuerpo” el hecho de ganarse la vida mediante el mismo; toda la clase trabajadora lo hace también (y lo cierto es que en el capitalismo venden hasta su alma, pero en el socialismo o en el comunismo también se trabajaría y eso no sería “vender el cuerpo a la colectividad”). Por tanto, según estas premisas liberaloides, habrá que ir pensando en sacar un “Manifiesto de hombres por la abolición del trabajo”, así, a secas. El que contrata los servicios de un trabajador o una trabajadora del sexo no paga para comprar a éste o ésta como una mercancía, sino que contrata su fuerza de trabajo (su especialidad y habilidad). Si en cambio, sus mojigatas y vetustas mentes lo entienden por exhibir o mostrar su cuerpo, entonces, del mismo modo “venderían” el cuerpo numerosos deportistas ligeros de prendas, los y las modelos de los artistas plásticos (¡acabemos pues también con el desnudo en el arte!), los actores y actrices de cine/teatro en numerosas escenas fingidas o no de sexo, los y las socorristas de las playas e incluso las bailarinas y los bailarines del “Mira quién baila”2 (lo cual no dejaría de ser sino una afirmación mucho más consistente de su parte).
Yo, que me considero socialista revolucionario, digo: la prostitución es un trabajo especializado que se realiza mediante el entrenamiento del cuerpo y la mente, por el cual una trabajadora o trabajador del sexo realiza un servicio a un compañero o compañera mediante el pago de un sueldo que junto con otros sueldos conforman su salario mensual y por tanto, su sustento. Ello no hace que se diferencien en nada respecto a la inmensa mayoría de los trabajos de la clase obrera que se basan en la utilización del propio cuerpo para ganarse la vida: un minero, carpintero, albañil, soldador, etc... Pero incluso más cercano por trabajar no sólo con su cuerpo sino con el cuerpo de la persona a la que presta su oficio: un masajista, un fisoterapeuta o un cirujano. No existe ninguna diferencia ética o moral: una trabajadora o un trabajador que realiza un servicio mediante la utilización de ciertas partes de su cuerpo, que ha condensado una experiencia y habilidad en hacer una labor beneficiosa para la otra persona que paga por ella. 3
¿Saben dónde está la diferencia para la pequeña-burguesía?...

Por ello hago un llamamiento para su legalización y posterior regularización. Reclamo:
- Plenos derechos de las trabajadoras y los trabajadores del sector como cualquier otro trabajador o trabajadora.
- Libertad para poder trabajar como asalariada y asalariado o bien como autónoma o autónomo o en cooperativas autogestionadas si se tuviese la oportunidad.
- Plenos derechos de sindicación y de huelga.
- Plenos derechos para el servicio y la cotización en la Seguridad Social.
- Inspecciones laborales en los lugares de trabajo para asegurar que se respetan los derechos laborales de la trabajadora o el trabajador tales como: pago íntegro del sueldo por parte del empresario en casos de enfermedad o maternidad, cumplimiento de la jornada laboral, etc.
Por supuesto que no pienso que este sea el fin idílico de los socialistas, sino un avance para miles de trabajadores y trabajadoras dentro del sistema pseudo-democrático del Estado liberal o burgués, ¡dentro del capitalismo vaya! Un objetivo más profundo sería el decisivo paso democrático que significaría la normalización legal de un hecho tan normalizado históricamente en la praxis del género humano como lo es el trabajo sexual, para después dar el decisivo salto a su normalización en la sociedad socialista mediante la nacionalización de los centros donde desarrollen su trabajo estos y estas profesionales, ahora llamados burdeles, clubs, puticlubs, etc.
Por todo ello, hago un llamamiento para que las socialistas y los socialistas honestos de todo signo y las feministas socialistas revolucionarias, atiendan a las razones aquí expuestas y a que se liberen de las cadenas superestructurales de la burguesía y la fuerzas reaccionarias de la élite eclesiástica que ataca sus conciencias y les impiden la genuina emancipación efectiva de género y de clase. Por el ser humano, para cualquier trabajador o trabajadora que haga un bien colectivo, socialismo o barbarie.”

* Creador del Sociorreproduccionismo Prepictórico nació en Orihuela, España. Jon Juanma es el seudónimo de Jon E. Illescas Martínez. Se licenció en Bellas Artes por la Universidad Miguel Hernández de Elche, con Premio Extraordinario Fin de Carrera y Premio Universitario 5 Estrellas. Cursó su último año de carrera en Barcelona, mediante Beca Sicue-Séneca. Es teórico del arte socialista.
2. Programa muy popular en España del canal estatal La Primera de Radiotelevisión Española, en donde conocidos personajes públicos concursan aprendiendo a bailar con bailarines y bailarinas profesionales. El concurso sigue la estela neoliberal de cualquier otro programa de la televisión privada.
3. Interesantísima página de profesionales y simpatizantes por la regularización de la prostitución:http://www.colectivohetaira.orgEnlace al blog de Montse Neira, una prostituta que aboga por la legalización de su profesión: http://prostitucion-visionobjetiva.blogspot.com

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