jueves, 19 de noviembre de 2009

Y los Ángeles huyeron

(…del destino argentino)

- Política Argentina
- Sociedad Global


“Los chicos duermen sus sueños nuevos
cómo se llega allá tan lejos
por la ventana canciones viejas
y en el espejo
gestos ajenos.”

Liso
Miguita de pan
Pequeña Orquesta Reincidentes
(Escuche aquí)


¿Qué podemos hacer?
Nuestros hijos nos asesinan.
(Imbéciles los que niegan a los “asesinos pobres” como si no fueran nuestros hijos, borrándose de la responsabilidad de integrar esta “madre sociedad” que gesta “asesinos por naturaleza”)

Ocurre aquí y ocurre en “todas partes”. En China ocurrió antes; nadie lo recuerda salvo los chinos memoriosos. El sistema lo oculta.
Ocurre aquí, en España, en Finlandia. Ocurre en la provincia de Mendoza, en la Argentina, y también en el Ártico.

¿Por qué huyen los Ángeles?
Nos atrevemos con algunas ideas, siempre teniendo en cuenta que los bonitos ejemplares alados existen para todos los que aceptan que existen.

Uno
La primera cuestión sería porque el “destino argentino” está siendo reorientado en función de la destrucción de sus características más poderosas: bondades naturales y posibilidades humanas.
Las huestes de los “Malos, feos, corruptos y malqueridos…”, quienes inversamente debería ser líderes de las capacidades del país, están siendo despreciados por la sociedad (las encuestas los lapidan). Esta, a su vez, está inerme, tensa, desorientada, autista… ¿Será el final antes del sacudimiento?

Dos
Desde otra concepción de la realidad podríamos decir: “si un niño mata a otro, ningún Ángel guardián está a su lado”. Los Ángeles huyeron.
Quizás no es “privilegio” de la Argentina. Pero seguramente en este país la situación está muy clara. No hay proyectos que incluyan a los jóvenes y niños. Sólo se atina a pedir “muerte, muerte”. Como si la muerte pudiera acabar con ella misma.
La idiotez puede hacer estragos en la percepción, anulando toda agudeza, toda posible capacidad de “visión”.
Estamos “desangelados”.

“Hemos ingresado en la instancia del disgregue social”.
Política de la ilusión
Mayo, 2003

Tres
Si un niño mata a otro, si se mata a sí mismo, si mata a los padres de alguien, a las mujeres embarazadas, es porque el mandato del Poder vuelve a indicar “mataos los unos a los otros”.
Lo que fácticamente está indicando que la Nación se encuentra inmersa en el pleno desarrollo de una instancia de dilución. Pero claro, la Nación como previó filosóficamente Federico Nietzsche, ha quedado “de baja”; entonces estaría licuándose la “sociedad orgánica”, para dar paso a la nueva “sociedad virtual”. (Ver aquí)
¿Quiénes quedan afuera?

Cuatro
Como sostiene el Doctor en Filosofía Jordi Pegem, quizás realmente “nos encontramos ante un rito de paso”. Estamos dejando forzadamente, con dolor y autodestrucción, un estado “hipermaterialista”, y no sabemos muy bien como ingresar en otro más sutil.
Quizás, incluso, la situación tenga que ver con “eso del 2012”. (Ver aquí)

Atte.
Ricardo Duró

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