martes, 17 de noviembre de 2009

Y si los Mayas tuvieran razón...


(no habría fin, sí mutación)


- Economía
- Filosofía



La sensatez no parece ser un dato de la realidad contemporánea. Si escuchamos los discursos que circulan mayoritariamente. Sin, además, tener en cuenta los exabruptos que políticos prominentes, figuras mediáticas y la “gran masa de jóvenes”, son capaces de proferir.
Por esto, como hemos tenido la oportunidad de entrar en contacto con algunas definiciones reflexivas, decidimos que este es un muy buen espacio para que “dialoguen” entre ambas.
También están los enlaces para leer en forma completa sendos artículos.

La primera tiene como autor al Dr. en Filosofía Jordi Pigem, que hace mención a lo económico en el marco de una “crisis de valores”.
La segunda, refiere al economista Juan Carlos Echeverry, consultor permanente de bancos en Nueva York y Europa para la firma Global Source, quien sostiene que si bien “la etapa recesiva ha pasado, habrá una recaída”.
Ambos hacen mención al mundo global en el que estamos y a esta particularidad llamada la Argentina.
FF

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Crisis para un nuevo mundo

“Jordi Pigem fue profesor de filosofía en el prestigioso Shumacher College de Gran Bretaña. Este filósofo utiliza su erudición para comprender temas actuales como la crisis que nos rodea. En su libro Buena Crisis (Ed. Kairós) analiza su origen y anticipa horizontes más allá del ego y el materialismo.

-Los lectores se preguntarán... ¿qué hace un filósofo hablando de crisis, aterrizando en la realidad?
-Soy Doctor en Filosofía, pero siento que la filosofía, que tradicionalmente fue la manera más amplia que teníamos los occidentales de entender la realidad, se ha convertido en algo muy especializado y que ya no toca tan directamente a los problemas actuales. Así que no sé si la etiqueta de filósofo es la que me corresponde, me siento como una persona que intenta comprender cómo son las cosas, como un pensador abierto a todas las áreas del conocimiento. En ese sentido ahora me interesa la crisis porque nos revela algo mucho más profundo que la crisis económica y financiera que tenemos a primera vista. En el fondo para mí se trata del síntoma más visible de una crisis cultural, de una crisis de valores, de una crisis de civilización, y estos son temas que sí deberían corresponder a la filosofía.
-¿Qué relación encuentra entre esta crisis económica y la falta de valores?
-Además de la crisis financiera, tenemos evidencias de una crisis ecológica, una crisis alimentaria en muchos países del mundo, y de la desaparición forzada de culturas y comunidades, así como de multitud de especies vegetales y animales. Y vemos en nuestra sociedad que hay crisis a nivel de educación, de sanidad, de valores, de relaciones entre padres e hijos, entre parejas, en múltiples niveles. No es casualidad que vivamos en una época de tantas crisis. Disponemos de un potencial tecnológico y humano fascinante pero no parece que tengamos muy claro cuál es nuestro papel en el mundo. Los medios de comunicación -sobre todo la publicidad- nos dan a entender que el sentido de la vida radica en consumir, pero eso no nos lleva a una vida realmente plena. La ideología del crecimiento económico ilimitado ha entrado también en crisis. Formamos parte de una cultura que ha creído que el ser humano está por encima de la naturaleza, que ha creído que para prosperar hay que competir, que somos seres individuales radicalmente aislados los unos de los otros... Estamos influidos por toda una serie de percepciones culturales que no corresponden con lo que la ciencia nos está revelando desde hace muchos años.

Como decía el economista Kenneth Boulding, “quien crea que el crecimiento exponencial puede continuar para siempre, o es un loco o es un economista”. Nos estamos dando cuenta de que este sistema no funciona. Y ese es el primer paso para cambiar.

-Afirma que caminamos hacia un mundo postmaterialista. ¿Qué características lo definen?-El postmaterialismo es un término que se utiliza desde hace tiempo en sociología para describir el hecho, que se ha observado estadísticamente en los países occidentales, de que si hace treinta años la población mostraba un interés en cuestiones materiales como el crciemiento económico y la fuerza militar, en las últimas décadas las estadísticas sociológicas muestran un creciente interés por temas más inmateriales como la participación democrática, la calidad de la educación, la justicia o el estado del medio ambiente.

-Toda esta estructura que hemos desarrollado para comprender el universo, buscando la certeza y reduciéndolo todo a fragmentos fijos e inalterables, en el fondo procede de una incapacidad de aceptar lo que las cosas tienen de dinámico e impermanente. La vida es cambio, cambiamos a cada momento y si nos esforzamos en fijar excesivamente las cosas creamos un conocimiento demasiado rígido y por otro lado un apego excesivo a las cosas…”
> http://www.revistafusion.com/200911131241/Entrevistas/Entrevistas/crisis-para-un-nuevo-mundo-jordi-pigem-doctor-en-filosofia.htm

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Proyectan que la economía global sufrirá una recaída

Acostumbrado a seguir de cerca el movimiento de la economía mundial, Juan Carlos Echeverry, estima que la etapa recesiva de la crisis ha pasado, pero todo apunta a que habrá una recaída.
"Necesariamente tiene que haber una recaída. A la economía mundial se le acaban de aplicar inyecciones de liquidez y de déficit fiscal que en algún momento toca deshacer". Desde su punto de vista, cuando las economías desarrolladas dejen de recibir la transfusión de dinero por parte del Estado, ocurrirá la recaída, que constituirá la última etapa de la crisis que comenzó en 2008.
Para cubrir el déficit fiscal que ha generado la emisión de deuda, Estados Unidos tendrá que "subir los impuestos y bajar el gasto. Al final de 2010 en Estados Unidos tienen que comenzar a ponerse serios sobre el déficit, nadie puede ser keynesiano indefinidamente", señala Echeverry, quien se encuentra en Venezuela para participar en un foro organizado por Econoinvest.
"El keynesianismo es una receta de corto plazo, no es una receta del crecimiento, es gastar lo que no se tiene, pero eso solo es válido en un período muy corto, en algún momento hay que volver a gastar lo que se tiene". Desde su punto de vista, lo previsible es que la recaída de la economía global ocurra a mediados de 2011.
Al analizar el devenir de América Latina, detecta dos grupos de países. Los ortodoxos, donde se encuentran Brasil, Perú, Chile, Colombia y los heterodoxos, donde ubica a Venezuela, Ecuador y Argentina.
Estima que el grupo de los ortodoxos logrará una recuperación más rápida y que actualmente "hay un debate ideológico en la región del que vamos a aprender mucho". Señala que lo "ejemplar" en el modelo que hasta ahora han seguido Brasil, Chile y Perú es que han logrado combinar un boom minero, de altos precios en las materias primas, con bonanzas agrícolas importantes.
"Cuando solamente se tiene la minería se genera un campo de juego muy inclinado, cuesta arriba para el resto de la economía por una revaluación demasiado fuerte. La minería es intensiva en capital y no en trabajo", dice Echeverry.
"Se ha logrado un mejor equilibrio entre minería, agricultura y sectores urbanos oferentes de servicios, y eso ha equilibrado el campo de juego de manera que todos los sectores puedan jugar bien".
La región continúa atada al devenir de las economías desarrolladas pero en menor medida, gracias a que una porción importante de la inversión proviene de otros países de América Latina y a la presencia de China, que ha comenzado a jugar fuerte, comprando empresas en el sector de las materias primas.
Además, el desarrollo de los mercados de capitales deriva en que buena parte de la deuda pública esté colocada en monedas locales, indica Juan Carlos Echeverry.

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