domingo, 9 de agosto de 2009

Estamos al horno




Evolución - Opinión


¿Piense qué es lo más importante? ¿La crisis? ¿La salud? La seguridad? Ordenar nuestras prioridades hoy, es clave para que podamos resolver el problema más importante que enfrentamos, una cuestión de cuestiones que nos envuelve a todos y cada uno de nosotros: - Estamos alterando el equilibrio de nuestro ecosistema... y seguimos a toda velocidad-.

La prioridad es el medio ambiente
Me han preguntado muchas veces, por qué no escribo sobre gastronomía…Los gastronómicos solemos ser (moldeados por el entorno) seres extremadamente tácticos. Nuestra realidad se concreta a una mano de distancia porque nuestra batalla es realizar el día a día. Por esto, creo necesario estimular (en contrapunto) el pensamiento puramente estratégico.
Reflexionar sobre cuestiones medio ambientales es hoy el extremo lejano de cualquier proyección. Nada de lo que hoy conocemos como gastronomía se sostiene si dañamos La Fuente. El mundo está por cambiar, y eso (lo veamos o no) afectará de muchas maneras a nuestras vidas, y a la de todos. Pero lo más importante del futuro no es cómo afectará esto a nuestro negocio, sino cómo afectará a nuestros hijos. Aquellos quienes en última instancia heredarán nuestros logros y desaciertos.
¿Cómo cree Usted que pensarán sobre nosotros quienes hereden este mundo altamente contaminado? De nosotros hoy depende, cómo nos recordarán nuestros nietos. Mi deseo y mi intención es que sea como seres que supimos evolucionar. Esta puede ser si queremos una era en la que “supimos comunicarnos” para actuar, y evolucionar en lo elemental, preservar nuestro ecosistema.
Cuidar o no cuidar el medio ambiente, dejó de ser una cuestión dialéctica en la que haya lugar para diferentes opiniones. El respeto por la opinión del otro se termina cuando atenta contra el bien de todos (sobre todo el futuro de nuestros hijos).En las últimas décadas destruimos (podemos decir que volando ciegas) un equilibrio construido detalle a detalle durante miles de millones de años. Un equilibrio tan sutil y único, que hizo posible la vida en este planeta.
No quedan dudas (no deberían quedar al menos) que este modo de vida que creamos (…y seguimos sosteniendo) tiene un final próximo. La prueba es muy simple de ver (aunque al parecer, difícil de aceptar)

Del dicho al hecho
-Cuentan... que una vez vivió un pastorcito que cuidaba las ovejas en las afueras de un pueblo. Al joven le gustaba divertirse alarmando a los habitantes. Por las noches gritaba “el lobo, el lobo!” y todos acudían con sus palos a defender las ovejas, …él se les reía. Un día vino el lobo de verdad y nadie le creyó.
Este último siglo nos ha vuelto cínicos, como los habitantes del pueblo. Tenemos fuertes filtros “spam” contra los discursos apocalípticos. Es un mecanismo sano en un mundo repleto de pastorcitos que hacen de nuestra alarma un negocio. Acostumbrados al sensacionalismo hoy podemos leer: -El mundo se acaba-, apagar la compu y seguir con nuestras cosas…Por primera vez en toda la historia de la humanidad, tenemos todos y cada uno de nosotros, el poder para destruir o salvar el planeta. Es absolutamente imprescindible que despertemos individualmente a esta realidad y comencemos a actuar en conjunto por asuntos que son más importantes que cada uno de nosotros.
Dar el ejemplo y exigir (sobre todo a los gobiernos, quienes tienen la responsabilidad, y la posibilidad en sus manos de modificar las reglas del juego, y crear un sistema para que el mejor negocio sea cuidar el medioambiente).
Nuestra civilización es un logro de la especie. Hemos logrado reunirnos por los derechos del hombre y hoy debemos reunirnos por los derechos de nuestro planeta, o sea, tenemos que empezar a hablar sobre los deberes del hombre. Necesitamos una declaración universal por el bien del espacio en el que todos crecemos, nuestro planeta tierra.

Las claves
- Milite. No se quede callado. Pida, señale, enseñe, y si es necesario acuse al irresponsable.
- Plante y cuide muchas plantas. Aliméntese de ellas, es un verdadero placer.
- Sepa a qué le da de comer cuando gasta dinero. Investigue las marcas, las empresas, y llámelas, exíjales y/o denúncielas.
- Compre cosas que le duren. Cuide y llene de afecto todo lo que tiene.
- Use el cuerpo. Camine, use la bici, o viaje en transporte público.
- Agregue aislamiento térmico a su hogar (hay soluciones muy económicas). Abríguese en invierno y use el ventilador en verano.
- Si puede, invierta en cualquier tecnología alternativa para generar energía, aún cuando no sea un buen negocio (puede calentar el agua de su casa simplemente cambiando el color de su tanque).
- Difunda este tipo de material, y toque el tema en todas sus reuniones.
- Recuerde esta lista día a día.

Ezequiel López Batista
> http://www.asesorgastronomico.com/nota.php?id=29

No hay comentarios:

Publicar un comentario