“La derrota -sumada a la perdida del control del Congreso y la renuncia de Kirchner a la Presidencia del PJ- hacen posible una crisis de gobernabilidad en los dos años y medio de gobierno que restan”.
Estas son líneas que podría haber firmado, pero son las que inician el posteo de Rosendo Fraga del 07 de julio pasado en su portal Nueva Mayoría.
Entonces:
¿Sabrá la sociedad, reconocerá la oposición que el kirchnerismo no podrá gobernar si se la hacen difícil? ¿Comprenderemos todos que es necesario para la Nación que cedamos algo para ganar también algo las partes involucradas y el país todo?
Abrir el diálogo es plantar el desafío de una negociación. Negociar es un evento en el que todos deben ganar algo. Caso contrario sería simplemente un enfrentamiento. Y en lugar de diálogo habría una suma de monólogos.
Gerard I. Nieremberg dice en su libro “El negociador completo”: “Nada tan fácil ni, a la vez, tan complejo. Cualquier deseo a satisfacer, cualquier necesidad a remediar es, al menos potencialmente, una ocasión para iniciar el proceso negociador. Cada vez que las personas intercambian ideas con la intención de modificar sus relaciones, cada vez que llegan a un acuerdo, están negociando...”.
Pero todo está por verse.
Sin duda hará falta mucha responsabilidad compartida para completar el período democrático constitucional. Situación que se agrava al percibirse una “ausencia de ejercicio presidencial”. Constantes viajes y sumo interés en cuestiones de política internacional alejan a CFK de la imagen de gobernante en funciones. El Gobierno debe sumar a su “aceptación de lo dicho en las elecciones por el electorado”, una cuota de sentido común y oportunidad, sumando seriedad a la gestión.
Después de casi dos años de enfrentamiento, ha llegado el momento para encontrar aquello común que posibilitará una nueva etapa.
Mmm, que pesimista me siento.
Atte.
Ricardo Duró
> http://www.nuevamayoria.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1607&Itemid=39
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