miércoles, 8 de julio de 2009

Analizando al naciente “monstruo democrático”








Política - Argentina


Las pasadas elecciones han reconfigurado el contexto político de la Argentina. Los actores de esta "escena patética" son otros y a la vez los mismos. Algunos desde el subsuelo del interés público pasan a tener espacio preponderante en los medios de comunicación, aprovechan y hacen "virulentas" (y no importantes o profundas) declaraciones. Otros, tratan de hacer equilibrio y "tranzar" con "no perdedores" evitando caer fuera de la cartografía partidaria.

“La vista, el oído y el tacto
están sobre valorados”
Anónimo chino

Entonces, después de 10 días (y una gripe mediante que paralizó el envío de FF), muchos temas podrían haber sido título de esta edición, pero elegimos el que sigue:
Hay epidemia de incapacidad política en la Argentina

Lo decíamos el 30 de junio pasado:
“… la sociedad debe observar críticamente esa “cabeza que empieza a asomar” y no se sabe aún qué piensa, a qué responde y cuáles son sus compromisos y objetivos. La fragmentación es característica de las “fuerzas políticas” en la Argentina; mientras el corrimiento hacia en centro derecha (acompañando tendencias mundiales) incuba un “monstruo democrático”.

Lo decimos hoy:
Hemos entrado en una instancia política en la que no hay líderes. Y una sociedad sin líderes tiende hacia la deriva.
La epidemia de incapacidad (sin referencias a manos faltantes o sillas rodantes), que afecta la concepción de Nación, País, República, puede “leerse” en las palabras de Eduardo Duhalde: “Quiero enviarle un mensaje a la Presidente: el diálogo vuelve a ser el camino. La necesidad de consenso es la misma que había en 2001.”
La conducción vuelve a ser una opción “gestáltica” ante la ausencia de políticos inteligentes. En general, oficialistas y oposición, del interior o porteños, son mañosos.

¿Tenderemos que repetirlo mañana?
Se puede observar que ha llegado la época de los segundos, de los "minúsválidos" de la política.
Estamos convertidos en una "sociedad sin Líderes", esto significa que somos una "sociedad a la Deriva". Mal que nos pese.
Si bien son los electores quienes han elegido votar “contra el pasado y no por el futuro” (lo que obviamente es muy distinto), debemos tener en cuenta que se trata de un “rasgo” común a toda la sociedad argentina.

El rostro del “monstruo” aún no está configurado. Pero tiembla la economía, se sacuden las estructuras gubernamentales y partidarias. O sea: se acerca.
Algunos se repliegan en un nuevo gabinete y se transforman en “fundamentalistas K”.
Nosotros… estamos atentos.
FF

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